Siempre hay un duende dormido
solo hay que saber despertarlo...
A veces se toma su tiempo, pero nunca se equivoca
porque las almas perdidas que vuelan etéreas
deben encontrarse con la horma de su zapato...
Para esto solo basta cruzar la calle
y esfumar en un beso todos los fantasmas...
Hasta el infinito
con los ojos cerrados
y el alma abierta...
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